Monipodio, como se sabe, es un personaje de "Rinconete y Cortadillo", la novela picaresca de un tal Miguel de Cervantes, que muchos ignoran en esta España nuestra que se desangra culturalmente a chorros. En ella se retratan episodios que hoy, tal y como pajean las cosas, no dejan de ser de una rabiosa actualidad.
Sin embargo, gracias a las encontradas, variadas e
interesadas opiniones que se vienen leyendo a posteriori sobre lo que dijeron
los adversarios de cualquier tertulia, lo que queda es lo escrito por los que
viven a sueldo de los medios amaestrados y las chorradas de los tertulianos que
pontifican hasta el punto de que, según el medio, el vencedor ha sido el que
mejor convenga a sus intereses particulares o empresariales.
Patio de Monipodio es la expresión que ha quedado para aludir al lugar donde se reúnen maleantes de todo tipo. Maleantes, no me atrevo a decir —todavía—, pero mareantes en el mismo contubernio, sí, ya que, según el diccionario, lo son aquellas personas que marean con su continuo movimiento o charla, con su pesadez y su vacuidad.
Tal vez por esta razón, no aguanté ni un cuarto de hora
frente al televisor donde algunos que les dicen líderes de sus partidos
debatían en un Debate. Me acosté para seguir leyendo sobre El vuelo de la
inteligencia que, en esta gente, por cierto, ha volado bien poco.
Para llegar a la conclusión de que todos los intervinientes en el "debate del siglo" no han hecho más que especular, bastaría remitirse a que se han limitado a pregonar enunciados, sin aclarar cómo y con qué pretenden llevarlos a cabo, que es lo que vienen haciendo desde siempre.
Corrupciones e incompetencias aparte, abusar del cuento de
la buena pipa es una de las causas principales de la poca credibilidad de los políticos,
y mientras no se considere delito las promesas incumplidas, el patio de
Monipodio será un corral sin vallado donde todo es secundario: un amasijo
repugnante y una falta de respeto a los contribuyentes y televidentes, quiero
decir a los ciudadanos que han de votar, como siempre, a ciegas, a sordas y a mudas.
Claro que, si malos son sus discursos, peores son sus
silencios. Menos mal que va quedando que uno de ellos, y no diré quién, según la experta Susana
Griso, tiene el "culito" más presentable de todos los tertulianos.
¡Algo es algo!
Fuentes: "Rinconete y Cortadillo" y TVE.
3 comentarios:
Lo que dice usted es aplicable a cualquier país del mundo donde haya políticos. Muy acertado.
Muy bueno. Gracias.
Como dijo arriba un colega, vale para cualquier lugar donde haya políticos.
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